Seguro que habrá a quién esta historia le suene familiar ya sea por ser nueva, repetidora o integradora… o puede que «despreciadora»…
«Veo en ti que también veo en mí» Taller de HHSS |
Detrás de mi comportamiento se encontraba una preciosa palabra llamada empatía. Cuando trabajé esta característica en mi formación de Inteligencia Emocional en la Escuela de Inteligencia, tuve que dar marcha atrás en el tiempo y buscar acciones a lo largo de mi vida en donde la hubiese puesto en práctica. Fue una agradable sorpresa hacerme consciente de la cantidad de veces que me encontré con ella.
La empatía es una habilidad social que nos ayuda a reconocer y comprender los sentimientos y acciones de otras personas. Como muchos habréis escuchado es: saber ponernos en el lugar del otro. A todos nos gusta que se pongan en nuestro lugar y sentirnos atendidos y escuchados, verdad? Eso hace que nuestras relaciones sociales mejoren, que haya menos conflictos, seamos más benevolentes y compasivos. En realidad la empatía es fundamental para la supervivencia. Sin ella no hubiésemos durado ni dos telediarios!
Ser empático depende de una serie de factores, genéticos, ambientales… Todos venimos con ella de serie en mayor o menor medida (excepto gente con algún trastorno mental). Pero lo importante es que podemos entrenarla tengamos la edad que tengamos. Y es que a más empatía mayor felicidad!
Algunos os definiréis como empáticos y diréis que siendo así sufrís… porque os involucráis mucho, porque sentís el mismo dolor que la otra persona… Os entiendo, eso mismo me pasaba a mí antes de estudiar y entrenar la empatía más a fondo. Hay mucha confusión respecto a esto y podríamos decir que hay empatía sana o insana… Os hablaré de ello en otro post para que así este no se haga muy largo.
Para teminar os dejo un vídeo muy tierno y simpático relacionado con este término. Disfrutadlo!