Vivimos con la cabeza en caos, dispersa, echa un lío, con demasiada información y a un ritmo imparable. Nuestra mente tiene una tendencia a divagar, a vivir agitada, con pensamientos que saltan sin orden ni concierto (a esto los orientales le llaman «mente de mono«) y eso nos agota.
Para este verano estoy organizando en la Galería Sargadelos un taller de mandalas y meditación activa, en el que se pondrán en práctica diferentes actividades y actitudes de minfulness.
Algunos diréis… Mind… qué?
Minfulness o también llamada atención plena, es un tipo concreto de meditación que nos ayuda a observar todo aquello que nos pasa por la mente sin engancharnos a ello y sin juzgar. Desde la aceptación, la compasión y la calma. Poniendo así nuestra atención en el momento presente dejando a un lado las preocupaciones de futuro o los recuerdos dolorosos del pasado que tantos quebraderos de cabeza nos dan. Es de todos sabido que esto último es algo que nos inquieta, genera miedos, frustraciones, sufrimiento… Para aprender a gestionar todo ese estrés que crece con el diálogo interno (mente de mono) solo tenemos que empezar la practica regular de esta disciplina.
La doctora Heraso, directora de la unidad de Dolor de la Clínica San Francisco de Asís y presidenta de la Fundación Internacional del dolor, asegura que se pueden sustituir muchas pastillas por técnicas meditativas, las cuales ayudarán a mejorar la salud tanto física como mental.
Una interesante afirmación, ¿verdad?… ¿Qué tal si hacemos algo al respecto?